Salto con garrocha
En salto de garrocha, el atleta intenta superar una barra transversal situada a gran altura con la ayuda de una pértiga flexible, normalmente de cuatro a cinco metros de longitud, fabricada en fibra de vidrio desde que reemplazara al bambú y al metal en la década de los sesenta.
El saltador agarra la pértiga unos centímetros antes del final de la misma, corre por la pista hacia donde se encuentra la barra, clava la punta de la pértiga en un pequeño foso o agujero que está situado inmediatamente antes de donde se encuentra la proyección de la barra y salta hacia arriba impulsándose con la pértiga, cruza el listón con los pies por delante y luego cae en la colchoneta.
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